Jugar con tu perro es una de las actividades más beneficiosas, no solo para él, sino para ambos. Mediante el juego se potencia la creación de un buen vínculo guía-perro.
Pero hay que tener en cuenta que no todos los tipos de juegos son beneficiosos para nuestro perro: la forma de jugar influye en el bienestar tanto emocional como físico de nuestro perro.
El Puller es un aro que se utiliza como juguete-mordedor. Puedes encontrar diferentes formas de jugar con él:
- Jugar a tirar del aro.
- Jugar en el agua por que también flota.
- Jugar a lanzarlo.
Estas formas de juego son beneficiosas si se realizan de forma estructurada. En cambio, si se utilizan de forma descontrolada y muy agresiva podemos llegar a provocar daños tanto físicos (daño cervical, por ejemplo) como a nivel emocional (mala gestión de la frustración, poco autocontrol, obsesión…).
Así pues, ¿cómo jugamos con nuestro perro?
JUGAR A TIRAR DEL ARO
El juego del tira y afloja de forma estructurada es muy beneficioso porque, a la vez que juegas, trabajas:
- Autocontrol.
- Gestión de la frustración.
- Control de impulsos.
¿Y cómo es un juego estructurado?
Debe tener un inicio, un desarrollo y un final.
Para iniciar el juego, ponemos una señal verbal como, por ejemplo, “¿jugamos?”. De esta forma, activamos el juego solo bajo la señal y así evitamos fijación en el juguete (por ejemplo, cuando lo tengamos en la mano pero no toque jugar).
El desarrollo del juego es también muy importante y debe tener:
- Juego motivante, pero sin pasarse: jugando a tirar, con contacto de nuestra mano con el perro a modo caricia activante, podemos hablar (“vamos chico”, “buena”) para motivarlo y debemos evitar:
- Tirar demasiado fuerte del aro.
- Levantar al perro del suelo colgado del aro.
- Pausas: debemos hacer pausas en el juego para evitar sobreexcitar y que se descontrole el perro con el juego. Añadiendo pausas, trabajamos autocontrol y gestión emocional con el juego.
Cómo podemos hacer que el perro suelte el juguete:
- Por un lado, podemos estar jugando con dos Puller. Cuando jugamos con uno, el otro está quieto en la otra mano. Para hacer que suelte, mantenemos quieta la mano con la que estamos jugando, y activamos el otro puller, para que al ver movimiento en el otro, decida soltar el que tiene y coger ese nuevo en movimiento.
- Por otro, si solo estamos jugando con uno, mantenemos el puller quieto, sujeto con las dos manos y pegado a nuestro cuerpo. En ese momento el puller deja de tener movimiento y esperaremos a que el perro decida soltarlo (aquí no le digo nada al perro si no lo tiene trabajado, así trabajamos autocontrol y él mismo decide soltarlo). En cuanto suelte, esperamos unos segundos y damos la señal de volver a cogerlo (un “ok” un “ya”, un “coge”). Con el tiempo, podremos ampliar ese tiempo de espera de forma progresiva.
Y el juego también debe tener un fin. Para terminar el juego, hacemos que suelte el puller e indicamos tanto con la voz como con gesto que se termina el juego y guardamos el juguete. Sobretodo mucho cuidado con cachorros, no os paséis con los movimientos, y no es recomendable en perros seniors (solo de forma muy muy suave).
JUGAR EN EL AGUA
En el agua es una buena herramienta para ayudar a que tu perro nade. Si le gusta este juguete, puedes moverlo por el agua, guiando al perro para que nade, y dárselo como premio final después de haber nadado un poco.
Hay que tener cuidado de que no traguen agua al llevarlo en la boca mientras nadan. Si tragan agua, mejor guiarlos hacia una zona donde hagan pie para, ahí, dejar que lo coja y jugar con él.
JUGAR A LANZARLO
Este tipo de juego puede incluir saltos y es una buena herramienta para iniciar el juego del frisbee posteriormente.
Pero mucho cuidado con este tipo de juego. Sobretodo, debemos evitar:
- Saltos en cachorros: no tienen articulaciones formadas y pueden lesionarse.
- Jugar a lanzar y traer en perros que se obsesionan fácilmente con este tipo de juego (por ejemplo el border collie).
- Saltos en perros senior.
Por otro lado, no está de más que este tipo de juego tenga cierta estructura. De modo que si puedes pedirle alguna habilidad antes de lanzarlo, ¡mucho mejor! Por ejemplo un rodea, tumbado, croqueta…
Así que disfruta del juego con tu perro, pero sobretodo disfrútalo con cabeza.
Adriana Rivilla
Educadora Canina
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