Alfombras olfativas: ¡Así se juega con ellas!

Las alfombras olfativas son un juego y, al mismo tiempo, grandísimas aliadas para ayudar a nuestro perro o gato a entretenerse en casa, reducir estrés, estimular su mente.

A través de actividades que impliquen el uso del olfato y resolución de problemas, los perros y gatos producen en su cerebro serotonina, la cual ayuda a regular el estado de ánimo y a reducir el cortisol (hormona del estrés y también influye en el sueño y la memoria, entre otros)

La importancia de utilizar correctamente la Alfombra Olfativa

Algo que muchas familias desconocen es que un mal uso de este tipo de juego puede generar estrés, frustración e incluso comportamientos obsesivos en los animales.

Hoy os vamos a detallar cómo hacer un uso correcto de tu alfombra olfativa y cómo elegir la más adecuada para tu peque.

En nuestra tienda online tenéis alfombras olfativas de alta calidad, cosidas profesionalmente y fabricadas respetando los estándares de la UE.

¿Qué tipo de alfombra olfativa debo elegir?

Sabemos que lo fácil es dejarse llevar por la estética visual a la hora de elegir alfombra olfativa, pero lo más importante es tener en cuenta qué tipo de perro o gato tenemos:

No es lo mismo realizar actividades con una alfombra olfativa si tienes un cachorro, perro adulto o senior.
Como también debemos tener en cuenta la personalidad de cada individuo (tranquilo, ansioso, poca resistencia a la frustración, sedentario…)

Consultadnos si tenéis dudas a la hora de realizarnos un pedido de alfombras olfativas.

Os dejamos un resumen que os puede servir de guía para saber cuál elegir 🙂

✓ Las alfombras olfativas que simulan ser césped (sólo tienen tiras de fieltro o peluche) es ideal para principiantes, cachorros, perros  y gatos que se frustran rápido y seniors.

✓ Las alfombras olfativas que implican resolución de problemas (con agujeros, escondites y recovecos) son la mejor elección para perros y gatos ya iniciados en juegos de olfato o juegos de inteligencia.

Una vez hemos escogido la alfombra para nuestro perro, es importante saber cómo utilizarla.

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Así se juega correctamente con una alfombra olfativa

• Te recomiendo situar la alfombra olfativa en una superficie antideslizante, sin obstáculos alrededor y comprobar que tu peque puede moverse con comodidad alrededor de la misma.
• Es preferible esconder los premios en una zona elevada (en una mesa por ejemplo), para que tu perro o gato no cotillee lo que haces o se lance a buscarlos antes de tiempo.
• Si tu perro ya tiene autocontrol, no hará falta decirle nada antes de colocar la alfombra ya que seguramente esperará a que la dejes en el suelo sentado o bien se aproximará lentamente a ella.
• En perros muy ansiosos, trata de evitar que se abalancen a la alfombra olfativa.
• Una vez que la colocas en el suelo, dile: “¡Busca!” una sola vez y de forma tranquila.
  Es importante dejarles tranquilos y sin interrupciones mientras están buscando. Recuerda que la actividad debe ser lo más relajante posible.
  ¿Por qué añadimos esta señal de “busca”? Será la forma de indicar al perro que es una actividad y que bajo esta señal sí que puede buscar comida y así evitaremos que vaya buscando comida por el suelo cuando no toca (aunque no es la forma de enseñar al perro a no coger cosas del suelo, eso ya es otro tema).
• Cuando tu gato o perro haya terminado de buscar, debes retirar la alfombra del suelo. Esta será la señal que le hará ver a tu perro que ha terminado el ejercicio (puedes ayudarte también de una señal verbal de finalización).
  En perros que usan por primera vez una alfombra olfativa y en perros muy ansiosos por la comida, esta rutina de juego les ayudará a entender cuándo empieza y cuándo finaliza el ejercicio y, de esta forma, no seguirá buscando de forma obsesiva snacks por el suelo.

Errores a evitar:

• Distraerle constantemente mientras busca los premios: puedes motivarle con una frase corta: “muy bien, peque!”, “ale, busca!”…, pero deja que se concentre y conecte con esta actividad de búsqueda. Evita hablarle de contínuo.
• Realizar este juego cuando el animal está desbordado en estímulos: Evita este tipo de juegos si tu peque está demasiado sobrepasado de nervios o ansiedad.
  Sí, trabajar el olfato les relaja y ayuda a concentrarse, pero si tu peque no está mentalmente centrado para jugar, le estarás proponiendo un reto que puede desbordarle y fomentar más aún la ansiedad con la búsqueda de snacks.
  Evita que niños, visitas u otros animales le molesten cuando juegue. Es su momento de concentración y debemos respetar su espacio.
• Ponerle la alfombra olfativa e irte de casa: Este es un fallo frecuente. Muchas familias asocian que al ser una actividad relajante, si le colocan la alfombra, su perro se entretendrá en su ausencia.
  Lo que se consigue es que si el perro es ansioso, comerá los snacks a toda prisa y luego olfateará compulsivamente buscando más, ya que no hay nadie ahí para retirar la alfombra al finalizar el juego.
  Es fácil que termines fomentando, sin querer, una conducta ansiosa en el peque.
  Muchos incluso acaban rompiéndola, mordiéndola con el peligro que conlleva que puedan tragar trozos y atragantarse.
• Elegir premios “demasiado atrayentes“: Sí, como lo leéis. ¡Os explico!
  Si hay un snack que vuelve loco a tu peque, con el que se pone ansioso/nervioso, evitadlo y elegid otras alternativas para esconder en la alfombra olfativa. Queremos que olfatee y que busque, pero si su estado anímico está demasiado alterado no estará realizando una actividad de concentración y consciente, sino que estará en modo autómata buscando su “droga de la buena”, me seguís? 😉
• No hacer la señal o decir un comando que comprenda el “Juego finalizado”: Cuando tu peque ya haya encontrado todos los premios, permite que olfatee un poquito más y que por sí mismo descubra que ya no hay más.
  En algún momento te mirará y es en ese instante cuando le felicitaréis y le harás entender que el juego ha finalizado: “Muy bien peque, listo!”, “Ale, ya está, muy bien!”. Recogeremos la alfombra olfativa y cambiamos de actividad.
  Es frecuente que si no realizamos esta dinámica, tu peque se quede enfrascado mirando la alfombra, rascándola, incluso mordiéndola y buscando sin parar. De esta forma, le enseñamos que el juego ha terminado, la retiramos y evitamos que se quede en ese estado de incertidumbre y ansiedad de búsqueda constante.

Esperamos que toda esta información os guste y la pongáis en práctica para fomentar el juego consciente, respetuoso y constructivo con nuestras alfombras olfativas.