¡Hola chic@s! Soy Marga de Breocan Actividades Caninas y hoy quiero hablaros de pautas de masticación responsable, centrándome especialmente en las orejas con pelo.
Desde Breocan siempre enseñamos a nuestros alumnos a que enseñen a sus perros a hacer una masticación consciente.
No se trata de cuánto tiempo dura un masticable o cuántos pueden comer al día, la masticación tiene grandes beneficios siempre que el producto sea de calidad y sepamos adaptarlo a nuestro perro.
¿Qué es la masticación consciente?
La masticación consciente se da cuando el perro pone atención plena en lo que está masticando.
Esta masticación consciente consta de dos partes fundamentales, masticar e ingerir el producto.
MASTICACIÓN = MASTICAR + INGERIR
En el mercado hay muchísimos productos y podemos fijarnos en distintas características para clasificarlos: flexibilidad, textura, dureza, nutrientes, etc.
Y de todas estás características ¿Qué es lo más importante? Lo más importante es comprar un masticable de calidad para que el perro pueda masticarlo e ingerirlo.
¿Cómo sé si un masticable es de buena calidad? El ejemplo de las orejas de conejo
Como te decía, para que el perro mastique e ingiera de manera consciente y segura para él, es fundamental que el masticable sea de calidad.
Para explicarlo mejor vamos a coger de ejemplo uno de los masticables más problemáticos y comunes del mercado las orejas de conejo con pelo.
Las orejas presentan una particularidad y es que tienen diferentes texturas en la misma pieza. En la punta tienen mucha elasticidad y si no es de calidad puede resultar demasiado elástico (“chicloso”) para el perro y puede hacer que se lo coma sin masticar bien, haciéndose bola y pudiendo provocar atragantamientos o incluso ahogo.
Para saber si la elasticidad es la adecuada se tiene que romper a trocitos con la mano. Si no se puede romper es que la punta es demasiado elástica y es mejor desecharla para que no la ingiera directamente.
La otra parte de la que se compone la oreja es la zona del tímpano que es muy dura. Al igual que con la punta, si no puedes romperla con la mano, no se la des, ya que puede ser que no haya tenido un buen proceso de elaboración y no se haya quedado con la textura adecuada.
¿Y cómo pruebo a dársela a mi perro? Le vas dando a tu perro los trocitos para saber si es apta para él o no de las diferentes partes y observa cómo lo gestiona. Si se lo come tranquilo, si le da vueltas y lo suelta, si no sabe qué hacer, etc.
Piensa que todo lo que le des a tu perro, para él ya es motivador por venir de ti. Si se la das directamente, puede tomárselo como un reto que le has propuesto e intentar resolverlo a toda costa llegando a querer ingerirla de cualquier manera pudiendo ser peligroso y acabar en problemas veterinarios.
Por otro lado, habrá perros que si ven que el masticable no es adecuado para él, directamente no lo quieran y lo dejen sin mostrar interés. Esto no quiere decir que no le guste, solo que de la forma que se lo estás ofreciendo no es la adecuada para él en ese momento.
¿Qué tipo de masticable le doy a mi perro? 5 básicos a tener en cuenta
Vamos a terminar este artículo dándote las claves para saber cómo elegir un masticable para tu perro.
Al contrario de lo que se suele creer no tienes que fijarte en su morfología, tamaño o tipo de boca, si no en otra serie de factores que requieren de observación, conocer a tu perro y respetarlo en todo momento.
Pautas de masticación responsable: estos son los 5 básicos que tienes que saber antes de ofrecerle un rato de masticación a tu perro:
1. VALORA SU ESTADO DE ÁNIMO
Dependiendo del estado de ánimo del momento, le ofreceremos unos masticables u otros.
Seguro que te estás preguntando ¿En qué te fijas para saber su estado de ánimo? Pues por ejemplo, si venimos de un paseo largo en el campo y tu perro está tranquilo y cansado no le apetecerá algo duro y complicado, si no algo que sea fácil de masticar e ingerir.
Sin embargo, si volvimos del paseo y estamos hasta arriba de revoluciones por algo que nos haya pasado en la calle y le damos algo muy suave, va a comer e ingerir rápidamente y va a querer otro. En este caso, siempre es mejor dar otro igual y no otro más difícil aunque nos hayamos equivocado ya que si no al final entraremos en un bucle de emociones y puede generar frustración o más nerviosismo.
Si no es suficiente nos tocará hacer algún trabajo de olfato para bajar revoluciones y no pasa nada, todos nos equivocamos. Si la masticación es adecuada, probablemente se lo coma y se ponga a descansar.
2. CONOCE SUS GUSTOS
Aquí va a ser algo muy personal de cada individuo. Si tiene preferencias por snacks con pelo, sin pelo, de un animal o de otro, etc.
Lo mejor es observar mucho e ir probando poco a poco para conocer mejor lo que más le gusta.
3. EXPERIENCIA EN MASTICACIÓN
Esto va a depender también de cada perro en concreto y de lo que le hayas ofrecido hasta ahora.
Si tu perro ha comido snacks antes, de qué tamaños y materiales, si se alimenta de pienso o come otras alternativas, etc.
Id probando poco a poco hasta que os vayáis conociendo mejor en este aspecto y podáis
4. ESTADO FÍSICO
Aquí es muy importante también tener en cuenta la edad de nuestro perro, si es cachorro o si es senior, el estado de su dentadura, si tiene intolerancias, problemas digestivos, etc.
Por supuesto todo esto es prioritario a la hora de elegir los masticables, su dureza, composición, etc.
5. CALIDAD DEL PRODUCTO
Como hemos dicho durante todo el artículo, la calidad del producto es fundamental para evitar sustos y que tu perro pueda disfrutar del momento de la masticación.
Para saber si es capaz de gestionarlo bien y si es de buena calidad, ofrecérselo la primera vez a trocitos y si todo va bien se le da el producto entero, si no, pues poco a poco hasta que coja experiencia o lo descartemos por cualquier motivo.
Recuerda que ofrecerle a tu perro momentos de masticación consciente con productos de calidad le aportará grandes beneficios para entretenerse, descargar emociones y le ayudará a mejorar su limpieza dental.
Si eres de Vigo, te invitamos a nuestro centro canino al aire libre Breocan, donde hacemos actividades para practicar lo que queráis mientras os divertís juntos.
Un abrazo, un beso enorme y ¡nos vemos en la siguiente!
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